Soy idiota,
segunda parte.
Soy idiota,
miradme,
sábado (bueno domingo ya) 03:25 de la mañana,
todo el mundo de fiesta,
y yo diciéndole a la chica que me gusta
que soy idiota.
No os voy a hablar de mí, pero un poco sí,
soy idiota al 200%,
si hubiera un campeonato de idiotas lo ganaría, os lo aseguro,
y lo soy porque a tres meses de cumplir 21 años
aún no he sido capaz de valorar lo que tengo
y lo relativamente sencillo que es perder lo que más quieres.
Ni siquiera estoy escribiendo esto a modo de poema,
sino a modo de curarme,
así que mi vida,
mi amor,
cuando leas esto,
te voy a pedir una cosa,
seamos idiotas
como tú y yo sabemos,
como a ti y a mí nos gusta,
como nadie más,
hasta que el resto se muera de rabia,
de envidia,
de celos,
o de lo pesados que somos,
me da igual,
seamos tan idiotas como para cuidarnos siempre,
para que no falten besos en casa,
para que sepamos pedir perdón
y sepamos perdonar,
seamos idiotas como para discutir por tonterías
como la cantidad de mcbites que vamos a pedir,
o quién quiere más a quién.
Seamos idiotas,
por favor,
casémonos,
incluso multipliquémonos,
no voy a ser tan idiota de hacer eso si no es contigo.
Me da igual cómo,
me da igual cuánto,
idiotas,
juntos,
siempre.
Por favor.
Por favor.