viernes, 30 de diciembre de 2016

LA CHICA DE LOS OJOS AZULES

y sin querer se transformó.

Ahora aparenta fuerte,
mucho más de lo que incluso ella se pueda llegar a creer.
Decidió que era mucho mejor hacer daño,
y la chica tímida que buscaba intimidad en los folios,
la misma que pasaba desapercibida,
se convirtió en el centro de atención,
y nadie diría que para bien.

La chica que siempre quiso cambiar el mundo
ha cambiado su mundo por completo.

Camina pisando charcos,
los días cada vez le parecen más largos.
Siempre chicos de una noche,
enamorarse ya le salió demasiado caro una vez.
Compite con la estima
por perder la suya propia,
se hizo amiga del dolor y ya nada le duele,
y aunque en el fondo pide a gritos que alguien la salve
sólo ella puede devolverle el azul a sus ojos.

LA CHICA DE LOS OJOS VERDES

Baila en la ducha
y se hace fotos en bragas en el espejo
porque se gusta,
y gusta.
Pide los besos con voz de niña
-por favor-
pero besa con fuerza para no olvidarlo.
Es música por dentro,
y deja caer la ropa en el suelo
siempre al ritmo de sus latidos,
a veces despacio,
a veces con rabia.
Todavía escribe cartas
y camina sabiendo que el mundo se para a mirarla a ella.
Es Rock y canción de cantautor.

Y, dios, sonríe,
sobre todo sonríe.

TE QUISE

Como quien despierta sabiendo que hemos dejado de ser uno,
como quien pregunta sabiendo que no le va a gustar la respuesta,
como quien juega sabiendo que va a perder,
como quien respira hondo y le echa huevos a olvidarte,
como quien se repite a si mismo que no lo está haciendo tan mal,
como quien lanza te quieros al vacío sabiendo que nunca volverán,
como quien sueña convencido de que los sueños no se cumplen,

en eso me he convertido,
en eso me has convertido.
Te quise.