Hay muchos tipos de besos;
hay besos que paran trenes
o al menos lo intentan,
hay besos de buenos días
y días de menos besos,
hay besos con prisa
por volver o por quedarte,
hay besos que son caricias en la frente
o cosquillas en los brazos,
hay besos de dormir descalzos
y besos que dan vértigo,
hay besos que enlazan y besos que desatan,
hay besos que dejarían a un poeta sin argumentos,
y besos deshechos que se los ha llevado el mar,
hay besos que son tan despacio
como la calma que precede al silencio,
y besos con ganas de comerse el mundo
o de hacer rafting por tu ombligo y comerte el coño,
-es lo mismo-,
hay besos que son miedo,
y besos que te dejan el cuello de la sudadera dado de sí.
Hay muchos tipos de besos,
pero desde ti
los besos ya no son besos,
desde ti
los besos
son magia.