y sin querer se transformó.
Ahora aparenta fuerte,
mucho más de lo que incluso ella se pueda llegar a creer.
Decidió que era mucho mejor hacer daño,
y la chica tímida que buscaba intimidad en los folios,
la misma que pasaba desapercibida,
se convirtió en el centro de atención,
y nadie diría que para bien.
La chica que siempre quiso cambiar el mundo
ha cambiado su mundo por completo.
Camina pisando charcos,
los días cada vez le parecen más largos.
Siempre chicos de una noche,
enamorarse ya le salió demasiado caro una vez.
Compite con la estima
por perder la suya propia,
se hizo amiga del dolor y ya nada le duele,
y aunque en el fondo pide a gritos que alguien la salve
sólo ella puede devolverle el azul a sus ojos.